Hacemos extensibles al proceso de alfabetización las consideraciones que Soto Aranda
(2001), siguiendo a Larsen-Freeman y Long (1994), realiza a propósito del aprendizaje de
ELE. Considera que el proceso de aprendizaje/adquisición está sujeto a unos factores:
3.1.1. Factores extrínsecos. Hace referencia a las características del contexto de
adquisición. El alumno aprende la lengua en inmersión o bien siguiendo cursos
regulares de español.
3.1.2. Factores intrínsecos:
a) Las dificultades culturales que derivan del contraste de la cultura materna
con el de la cultura meta.
b) Las dificultades lingüísticas que encuentra el alumno dependientes de su
lengua materna y de la lengua extranjera.
c) Rasgos y características socioculturales de cada persona
3.2. GRADOS DE ALFABETIZACIÓN
Siguiendo a Ferreiro (1986), el estudio de Padilla de Zerdán (1997) sobre la adquisición de
la lectura y escritura del español en niños como lengua materna recoge la distinción del
dominio de tres dimensiones:
- Dimensión periférica: Aspectos de lla lectoescritura que no tienen relación con la
representación de los fonemas con las letras. Abarca los siguientes aspectos: orientación de
la escritura; las formas y trazados de las letras: proporción, alineamiento de las letras y
palabras, separación de letras y palabras, distribución de la página en columnas; las
variaciones de cada letra (mayúsculas / minúsculas, imprenta / manuscrita); distribución de
la página; la ortografía auxiliar (signos de interrogación y exclamación, los paréntesis y las
comillas, usos del guión) y las normas ortográficas.
- Dimensión central: recoge cómo la escritura representa la secuencia de los sonidos
elementales de la palabra. Los sonidos se representan con letras. La interferencia de la
lengua materna es determinante en el proceso de aprendizaje.
- Dimensión funcional o textual: el desarrollo de esta implica que el autor/lector
dependiendo de la función comunicativa del mensaje escrito distingue entre los diferentes
tipos de textos: literarios, informativos o persuasivos.
Teniendo en cuenta el dominio de estas tres dimensiones se puede establecer la siguiente
clasificación:
3.2.1. No están alfabetizados en su lengua materna
El alumno debe aprender un sistema fonológico diferente a su lengua materna y además su
representación gráfica. La existencia de fonemas diferentes en la lengua meta provoca en el
alumno errores, que son indicativos de las dificultades del aprendizaje. Desde el primer
momento se van alternando las actividades para el dominio de la dimensión periférica y la
central.
3.2.2. Los analfabetos funcionales en una lengua extranjera
Por una parte, muchas de las dificultades que encuentra el estudiante cuando trabaja con el
lenguaje escrito provienen de la interferencia de su lengua materna, por ejemplo en el caso
de los árabes: distinción de sonidos, uso de las mayúsculas, tendencia al polisíndeton... Por
otra parte, en las actividades didácticas de ELE se les exige destrezas de lectoescritura que
no han desarrollado en su lengua materna.
Daniel Cassany (1994: 193-208) establece una caracterización del perfil del buen lector en
la lengua materna, el español:
• Capacidad de muestreo para seleccionar los índices más relevantes.
• Predecir y anticipar en el texto: pautas fonológicas, morfosintácticas, léxicosemánticas y pragmáticas.
• Inferir el sentido implícito del texto y de palabras desconocidas.
• Confirmar hipótesis sobre el sentido.
• Capacidad y habilidad de autocorreción.
Añadimos otras carencias en la lectoescritura, relacionadas con la capacidad cognitiva, que
les impiden realizar muchas actividades didácticas de los manuales.
• Escasa o nula conciencia metalingüística.
• Incapacidad para interpretar/redactar usos esquemáticos del lenguaje, lo que se
relaciona con la siguiente dificultad.
• Dificultad para completar enunciados inacabados o con espacios en blanco, cuadros
y tablas, árboles genealógicos...
• Incapacidad para realizar ejercicios de transformación; por ejemplo, conjugar un
verbo entre paréntesis.
• Dificultad para ordenar palabras y formar oraciones o enunciados completos.
• Dificultad para completar diálogos.
• Dificultad para relacionar textos con imágenes.
• Dificultad para interpretar viñetas y completar “bocadillos”.
• Dificultad para ordenar palabras para formar oraciones o enunciados completos.
• Incapacidad para relacionar elementos de diferentes columnas.
El analfabeto funcional se define porque no domina estas estrategias. Sin embargo, se
diferencian de los no alfabetizados, porque dominan las microhabilidades más primarias.
- De la dimensión central del lenguaje: discriminar las formas de las letras, leer
todas las palabras y pronunciarlas, y además también entienden todas las palabras
por separado de cada texto.
- De la dimensión periférica, se ha introducido los siguientes usos: mayúsculas; el
guión en los diálogos y en la segmentación de palabras; signos de puntuación: el
punto y la coma; la raya para separar enunciados o marcar espacios en blanco para
completar; conoce el lugar exacto donde debe escribir...
3.3. LA ALFABETIZACIÓN EN LENGUAS EXTRANJERAS
En las tareas de alfabetización partimos del presupuesto teórico de que no es necesario
alfabetizar previamente en la lengua materna para alcanzar el aprendizaje, tanto oral como
escrito, de lenguas extranjeras (Sanz, 1999).
3.4. LA ALFABETIZACIÓN Y LOS CONOCIMIENTOS ORALES
Recientemente Soto Aranda (2002) ahondando en cuestiones metodológicas sobre la
didáctica de la lengua para inmigrantes plantea diferentes posturas respecto a la idoneidad
del momento alfabetizador:
- Enseñanza y alfabetización a la vez.
- Enseñanza oral y alfabetización, opcional, en un estado posterior.
- Enseñanza oral exclusivamente.
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